Erase una vez, hace muchos años en la antigua China, un tigre desafió a los dioses, diciendo que su bella piel (que en ese entonces no tenía rayas) con nada se podía manchar. Los dioses intentaron mancharla con todo lo que encontraban: pintura, cloro, jugo de uva, etc.; para acabar pronto intentaron de todo, pero entonces el tigre se empezó a comportar como un insolente y vanidoso animal, así que uno de los dioses se enojó y utilizó casi todo su poder y castigó al tigre por su insolencia poniéndole rayas negras a su bella piel. Y desde entonces el tigre es rayado.
La vanidad es una debilidad y no un símbolo de belleza o poder.
Leyenda de China.
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