Maestro, ¿por qué existe tanto odio, ira, desprecio de unos a otros? Todo sería mejor si pudiéramos vivir en paz.
Hijo, esas emociones no existen de unos a otros, sino de uno a uno mismo. Todo lo que sucede en tu realidad lo creas tú mismo, a veces por hacer y otras por no hacer. No es que el otro te ofenda, es que tú te menosprecias. Cuando el hombre tome conciencia de esto, dejará de existir el odio y la ira.
Cuento Zen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario